Por increíble que pueda parecer no existe un consenso en el mundo de las redes para establecer una clasificación clara de uno de los dispositivos de red más importantes que existen. Por el contrario, cada fabricante establece una clasificación más o menos acorde a su gama de productos, en algunos casos más sujeta a intereses comerciales que a unos criterios técnicos claros.
Pero lo cierto es que la variedad de modelos de switches es enorme, con unas características y prestaciones muy dispares. Como ejemplo más claro es que podemos encontrar en el mercado switches desde los 10 € hasta los 10.000 € (o incluso más). Que duda cabe que este rango de precios nos da una idea clara de dicha diversidad.
Creo que para abordar el estudio en profundidad de estos dispositivos puede ser muy útil establecer primeramente una clasificación clara de los mismos atendiendo a cuestiones técnicas. Por lo tanto, aquí va mi propuesta.